Nonsense Ensamble en Besares Club de Cultura
Formado en 2009 y con un disco de estudio en su haber, el octeto vocal argentino Nonsense Ensamble Vocal de Solistas, que dirige Valeria Martinelli, ha abordado tanto obras capitales del repertorio del siglo XX para ese formato como encargos originales. Lo que hay para decir sobre el trabajo del grupo puede ser breve y contundente: perfecta interpretación, precisión técnica, gran capacidad adaptativa para cada obra. Un tema aparte (o central) sería reflexionar si el ámbito musical local está dándoles la importancia que merecen.
Una de sus últimas presentaciones tuvo lugar en Besares Club de Cultura, una casa convertida en un pequeño centro de irradiación en el barrio de Núñez. En la primera parte interpretaron “Vocerío”, de Agustina Crespo, “Sola y su alma”, de Guido Rivera, “La santissima onda”, de Santiago Oga, y “Spotlights on the Tempest”, de Luca Belcastro. Rivera y Oga son jóvenes compositores de Córdoba, Crespo reside en la ciudad de Buenos Aires y Belcastro es un italiano que ha dictado varios cursos en Argentina. Los Nonsense Madrigals de György Ligeti, que inspiraron el nombre del grupo, y “A-Ronne”, de Luciano Berio, conformaron la segunda parte. La primera de estas obras tiene sólo dos registros discográficos en el mundo, y uno de ellos pertenece al Nonsense Ensamble.
El concierto, sin embargo, no es igual a la suma de las partes. Algunas obras son muy diferentes, pero los Nonsense logran sumergir al público en una única experiencia. Escuchándolos, puede sospecharse que optaron por un repertorio que sacara a relucir las posibilidades del grupo, cuando es más probable lo contrario, y que el logro sea haber yuxtapuesto obras que fueron la excusa para colmar el territorio de acción de un grupo vocal como instrumento.
En “Vocerío” logran un magma de tensión tímbrica; “La santissima onda” trabaja con distorsiones de textos. Ligeti, por su parte, remite a un mundo más apegado al género al que alude. “A-Ronne” es una obra polimorfa descripta como “documental sobre un poema”, en la que Berio procesa las lenguas, el peso sagrado de ciertos textos, el absurdo, y donde el timbre ridículo aparece como un hecho vivo ante el espectador. Con Berio rebalsa la energía vital del grupo como persona(je)s en escena.
Un concierto, entonces, encarado de principio a fin con la misma seriedad, y esto es lo más valioso del trabajo del octeto: los compositores argentinos jóvenes son tratados del mismo modo que Ligeti y Berio. El ensamble no está sólo al servicio de las obras consagradas: es también territorio disponible para la exploración, el aprendizaje y la posibilidad de nuevas voces. Es esperable que entre el público surjan nuevos interesados en la música de compositores que antes no conocían.
La voz humana no deja de ser un terreno inquietante para la música, por ser portadora de identidad, por su riqueza tímbrica, por el inasible vínculo entre música y lenguaje, por ser el vehículo primero para exteriorizar nuestra imaginación auditiva. Los Nonsense en vivo dan la impresión de exponernos a la presencia honda y brillante de la voz en su plenitud.
Nonsense Ensamble, Besares Club de Cultura, Buenos Aires, 14 de septiembre de 2013.